QUIEN SOY
Cuando empecé con Clayson Ha, era mucho mas una
intención de buscar algo diferente que una idea clara,
era un “arranco para cualquier lado, pero arranco”.
Quería un proyecto que me representara, uno que me
importe mucho mas el hecho de realizarlo que el
resultado final, algo con lo que disfrute pasar mi tiempo.
Y así fue que empezó, con el pensamiento de “voy a
poner lo que sea que se me ocurra en las canciones”,
no quería saber nada de estilo, géneros, identidad,
nada. Era como tirar todos los ingredientes que se me
presenten y después ver cómo podía hacerlos
funcionar. Poco a poco fui encontrando un modus
operandi en común en muchas canciones, una forma de
afrontarlas que las empezaba a emparentar, entonces
decidí que podía afrontar el desafío de un disco, aunque
sin forzarlo, la idea ya estaba y tocaba ver como se
desarrollaba. En la teoría sonaba muy armonioso y
pacífico, fluir y aceptar lo que llegue, bueno la realidad
estuvo muy lejos de eso. Las ganas de hacer un disco
se fueron convirtiendo en un objetivo inamovible y
absolutamente necesario para seguir viviendo, lo que
complicó un poco el fluir y aceptar. Nunca me costo
tanto componer diez canciones, fue un proceso de
mucho aprendizaje y de búsqueda interior, realmente no
soy el mismo de cuando lo empecé, tanto que ya no
vivo ni en el mismo lugar. Afronte el desafío de hacer
casi todo por mi cuenta, porque quería que el viaje
hacia adentro fuera muy intimo y para eso necesitaba
un poco de reclusión, activar el modo ermitaño. Fue una
experiencia que me ayudo mucho a manejar la
ansiedad y el estrés, porque llegó un punto que
simplemente lo quería terminar y al mismo tiempo sabía
que todavía le faltaba, era una lucha constante de
“bueno ya fue lo publico” y de “no no fue nada, todavía
le falta”, y así fue como transite sus diferentes
transformaciones, porque me llevo varias formaciones
encontrar el conjunto de canciones final. Primero iba a
ser un EP de 4 canciones, de ahí paso a ser un disco de
unas 15, de las cuales quedaron unas 5 y me dispuse a
componer las que faltaban. Entraban y salían canciones
constantemente, hasta que un día me decidí y dije “son
estas 8”. Sí, después me decidí de nuevo y dije “Son
estas 9”, hasta que después tome la decisión final y dije
“Son estas 10…Creo”. Es que esa es la cosa con el
arte, pienso que nunca se terminan las obras, fue algo
de decidir cuándo soltar más que de cuando estaba
terminado. Dejando eso de lado, nunca me divertí tanto
componiendo, creando, planificando y creciendo junto
con un proyecto. Era como que todo en mi vida se
movía bastante y yo y el seguimos ahí firmes,
constantes, surcando las mareas que nos ahogaban.
Claro está que no se afrontan estas cosas solo, tuve un
apoyo incondicional de toda la gente que me rodea, mi
familia, mis amigos, Nicole y muchas personas más,
muchas que quizá ni se den por aludidas, pero que me
acompañaron a lo mejor con una simple escucha. Y las
más cercanas, se ganaron el cielo, eso seguro.
Acompañarme en todos mis estados a lo largo de este
tiempo es realmente para destacar. Solo me queda
agradecer a toda esa gente y también a mí mismo, por
permitirme hacer algo que me hizo tan bien y que tan
lejos esta de ser útil o rentable, porque esta mucho mas
allá. Sinceramente le deseo a cualquiera que lea esto,
que si es que no lo tienen, puedan y se permitan
encontrar algo que los motive y los movilice tanto como
Clayson Ha a mi. Gracias.
Espero que lo disfruten y lo sientan tanto como yo.
TANGO QUE SE YO
“Cambiar camaleón, es tu forma de ser, tu núcleo, tu
porqué, tu forma de nacer.”
Así comienza este camino, buscándome con ansias de
encontrarme y aceptando paso a paso, que lo voy a
tener que hacer más de una vez. No solo por perderme,
sino también por transformarme en él durante.
Sumergido en el silencio, las certezas son mas claras y
las dudas son ventanas a conclusiones mas lejanas. Me
conozco por primera vez y gratamente no me
reconozco, me veo lleno de incertidumbres y
posibilidades, vacío de contextos y me escucho tan
claro que mi voz suena extraña, como si saliese de un
lugar que había olvidado, uno que se había
acostumbrado a estar dormido en lo más profundo de
mi. Un escalofrío nuevo recorre mi nuca desnuda,
desprovista del armazón que me rodeaba, mis pies van
livianos sobre una ruta que nunca antes camine y de
alguna forma se siente tan familiar. Vuelvo a ser yo, ese
que todavía nunca me había permitido ser, ese que
esperaba paciente quién sabe hace cuánto tiempo, uno
que no es solo mío y que no solo esperó en mí. Así
comienza este camino, que empieza y termina infinitas
veces, que cambia de forma y me invita a ser su reflejo,
a entregarme a la danza de lo confuso y a poner plena
atención en cada paso. Ni mas, ni menos.
LO INVISIBLE DE DONDE SURGE TODO
“Volver cada tanto a mi cimiento y escucharme florecer”
La sabiduría invisible que nos fue dada, que tan difícil
es de escuchar por todo el ruido que nos rodea, esa
que no entiende de tiempo ni espacio, porque puede
percibir todo a la vez. Esa que siempre me susurraba y
siempre la interrumpía con los gritos de la mente,
alejándola por el terror que me causaba esa sensación
de despojo y desequilibrio que estaba tan lejos de todo
lo que conocía. Esa que no entiende de culpas, de
arrepentimientos, de dudas o de miedos. Solo conoce la
entrega y la aceptación, el fluir sin más, sin hacer
balances ya que posee todo y nada al mismo tiempo.
Esa que un segundo nos puede dar el infinito.
ONLY GUITAR
“Me voy encontrando… Dejando andar”
Lo intuitivo, lo espontáneo, eso que siempre intente
controlar, no. Eso que aprendí a controlar. De chico
desbordaba espontaneidad, decisiones llenas de
honestidad que no estaban teñidas de ningún prejuicio.
Poco a poco fui aprendiendo a medir esas acciones, a
filtrar las emociones que las provocaban para moldear
una figura que encajase. Siempre fui artista y eso no me
privó de aprender a encajar, porque los artistas también
tienen su bloque, quizá el mas colorido, pero bloque al
fin. Y fui criando esa voz interna que gusta de poco y
disgusta de mucho, pero por sobre todo disgusta de
callar. Nuestra parte espontánea es mucho más sutil y
liviana, no insiste ni necesita ser vista porque es
completa en si misma, no teme desaparecer, no conoce
de miedo. Y por eso me fue tan difícil de encontrar y tan
fácil de perder. Porque la voz que nos acompaña
siempre esta llena de temor, es muy insegura y cuando
siente que la abandonamos, grita y suplica aplicando la
lógica y la razón, utilizando los vastos argumentos que
le dimos y nos dieron a lo largo de nuestra vida. Pero
ahora decidi dejarla gritar, que llore y patalee todo lo
que quiera, nunca más voy a dejar de abrazar mi parte
sutil, no desde que la volví a encontrar.
Quien Soy
“Me pienso mirando el reloj”
¿Quién soy? Cada vez que siento que me encuentro,
me pierdo y me vuelvo a buscar. Será que a lo mejor
nunca me encontré y que todas esas veces fueron solo
pistas que me acercan o me alejan, o quizá me voy
transformando y siempre soy yo, quizá soy tantos al
mismo tiempo que me confundo. A lo mejor la idea es
nunca encontrarse y disfrutar la eterna búsqueda, como
si el andar fuera el verdadero fin. Quizá nunca existió un
yo desde un comienzo. Pero a la vez si. Existe un yo
bien marcado, uno que voy abordar un rato después de
escribir esto, uno que utilizo para transitar los días, mi
carta de presentación. Uno mucho más certero, mas
pequeño, con márgenes claros y partes fácilmente
detectables. Uno que aprendi a querer, uno con el que
crezco de la mano, mientras seguimos buscandonos.
CULPA
“Buscando siempre escuchar lo que siento, pero es que
el ruido del día a día no me deja entender mi corazón”
Justificarse, sentir el juicio de lo que nos rodea y
agigantar el propio. Siento que crecemos llenos de
culpa y que esa sensación de un deber tácito en el que
supuestamente fracasamos guía muchas de nuestras
acciones. Siempre me aventure a pensar de más y a
actuar impulsivamente, nunca fue una buena
combinación, y creo que es la receta perfecta para la
culpa. Ahora intento cambiar mi relación con ella, quiero
entenderla como una oportunidad, una oportunidad de
ver qué cosas me fueron inculcadas y me calan
profundo. Quiero usar ese sentimiento para detectar
adónde están mis miedos más recónditos y poder verlos
de forma más clara. Para saber qué estoy haciendo con
plena convicción y de forma consciente, y que hago por
ese impulso que me genera ese deber tácito.
COREMPO
“Sos ese lugar donde frena el tiempo y vuelvo a
empezar”
El amor me salvo más veces de las que puedo recordar
y mucho menos llegar a agradecer, me saco de
tormentas tan espesas que no me dejaban ver ni
escuchar. Tengo la suerte de saber que nada tengo que
conseguir ni lograr para sentir ese apoyo incondicional,
que no importa lo mucho que corra enceguecido hacia
la nada, siempre me va a alcanzar ese abrazo cálido
que me acompaña desde el comienzo. Pensar que fui
tantos y aun así los amo a todos.
UN RATO MÁS
“Quiero verme al espejo y no esconderme”
Quiero ser lo que siento, lo que creo que soy y estoy
seguro que también puedo ser en lo que veo, en lo que
experimento. No quiero seguir moviéndome por
inercias, enviones pasados que acepte como propios
sin siquiera pensarlos. Quiero ver sin correr la mirada,
entregarme sin peros y caminar sin miedo en el quizá.
MÚSICA LENTA PIANO
“Quise parecerme un poco mas a mi verdad”
No sé cuando empezó, fue tan sutil que no lo noté,
simplemente un día me vi completamente apagado y no
entendía porque, no tenia idea de como había llegado
hasta ese momento. Claro que ya me había sentido
confundido, triste, por momentos perdido, pero pensé
que eran circunstancias lógicas y que iban a mermar.
Después entendí que no era cualquier malestar, que la
confusión era profunda y no un problema que derivara
de lo cotidiano. Como si cada parte de mí me estuviese
diciendo que algo no estaba bien, es algo que se siente
en las viceras, que simplemente se sabe. Y lo mas
extraño es que lo supe todo el tiempo y decidí mirar
para otro lado, esconderlo en un lugar que no molestara
y me permitiera seguir con mi rutina. Pero ignorar de
forma constante lo que el alma grita nos erosiona poco
a poco, nos deja vacíos. Porque ir en contra de lo que
somos, de lo que sentimos, es agobiante, agotador y
completamente inútil. Una sola mirada sincera hacia
adentro me permitió ver el desorden que me habitaba y
me ayudó a comprender que solo sumergiéndome en
ese mar tan intimídate de caos y confusión iba a poder
ser yo de nuevo. Perderse es un proceso cíclico,
confuso y fundamental para encontrarse.
PARTE DE MÍ
“Igual dejo esta puerta abierta por si vos querés entrar”
Cuando alguien se va nunca volvemos a ser los
mismos, esa versión de nosotros se va con esa
persona, abriendo paso a algo más. Y es que somos
tiempo, estamos hechos de momentos y memorias, de
sentimientos encontrados en determinados espacios
temporales. Y ese que fuimos esa vez es inseparable
de su contexto, de su temporalidad y de sus emociones.
Existe en nuestra memoria junto a quien nos acompaño
en ese instante y así como se fue para nosotros,
también sucede al revés ¿Cuántas versiones de los
demás llevamos en nosotros? ¿De cuántas historias
somos inseparables?
RUPTURA II
“Pase mil horas buscando la forma que veas que todo
es real, que todo está intacto”
La casa es tan grande, la ciudad es tan monótona, los
días son tan largos, la calle está muy gris y la guitarra
no suena. Es interesante como una simple ausencia
puede transformar mi perspectiva, como si ese vacío
condensara todo y lo volviese irrelevante, descolorido.
Hasta el punto de pensar que quizá nunca me gustaron
en esas cosas sin vos o a lo mejor me acostumbre a
que lo cotidiano sea un tobogán de emociones
constantes, que de alguna manera me llena de paz. Y
cuando no estas, lo cotidiano es simplemente eso,
insoportablemente cotidiano.